Decía Quique González que «Hay una calle que lleva tu nombre en La ciudad del viento. Después de tanto tiempo, me harté de esperarte y se cayó el letrero». Lo que él no nos dijo es que en realidad, si no esperó fue porque tenía frío. Mucho. Y el cartel no se cayó sin más, sino que se lo tiró el viento encima. Pero claro, si la letra hubiera sido «Joder, vaya rasca, ¿dónde estás? Voy a casa a por una chaqueta. ¡Mierda! ¡Mi ojo! ¡Llamen a una ambulancia! ¡Me mueroo!», igual no hubiera sido tan guay.
Dramas de una viajera VII: Tarifa

Jajajaja me meo! Que desagradable es lo del viento pero menudo viajazo te pegaste! Un besazo nena!
jajaja pero fue muy corto, Arí 🙂 La verdad es que Cádiz me encantó, a pesar del viento XD
Un besazo!!