Mejor suerte tuvimos al visitar el Shake Shack, una de las cadenas de hamburgueserías más famosas de la ciudad. Lo cierto es que, por la cola de hora y media que tuvimos que hacer hasta llegar al mostrador, ya podía serlo. El lugar, desde luego, fue inmejorable. Aunque hay varias repartidas por todo Manhattan, nosotros fuimos a comer a la de Madison Square Park, que es la primera de todas y que está justo en el centro de un parque, por lo que las mesas están al aire libre. En el caso de no tener sitio, también se puede comer sentados en el césped.
Mientras estás en la cola puedes ir echándole un vistazo a su menú. Disponen de hamburguesas simples, que la verdad son bastante pequeñas; y dobles, que están bastante bien. Tienes varias opciones, aunque os recomiendo que pidáis la hamburguesa de la casa, ya que está sencillamente deliciosa. Éstas vienen acompañadas de patatas fritas y bebida. En el caso de que no te apetezca hamburguesa, también disponen de hot dogs, batidos, helados, etc. Os recomiendo que os acordéis de pedir todo cuando llegue vuestro turno, incluso aquello que creáis que os puede apetecer más tarde, ya que la cola no disminuye en ningún momento y es más de una hora de espera.
Si queréis podéis echarle un vistazo a Shake Shack en donde muestra las direcciones de sus emplazamientos, el tipo de comida que ofrecen, así como los horarios. Se me está haciendo la boca agua sólo con recordar aquella hamburguesa…. ¡espectacular!
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Y ahora tengo hambre...
Muchas gracias!! :P